El papel de la alimentación en la enfermedad de Alzhéimer
La alimentación juega un papel decisivo a la hora de mejorar la vida de los enfermos de Alzheimer en concreto y de los enfermos neurológicos en general. Así lo afirma el presidente de la Sociedad Española de Neurología, la SEN, el doctor Óscar Fernández.
Para reforzar la investigación en este terreno, la SEN ha firmado un acuerdo de colaboración con Nutricia, que durará 3 años, para fomentar el bienestar de los usuarios con requerimientos neurológicos especiales. El doctor Fernández reconoce que la industria farmacéutica es un agente imprescindible para desarrollar nuevos tratamientos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren Alzheimer y otras enfermedades neurológicas.
La alimentación, como comenta el experto, es esencial para mejorar la calidad de vida y el desarrollo de patologías neurológicas, pero también es muy importante para prevenir esas enfermedades, porque parece ser que existe una relación entre hábitos alimentarios poco saludables y el desarrollo de patologías neurológicas y patologías inflamatorias. Por eso, Fernández apuesta por concienciar a todos de la necesidad de alimentarse correctamente, eligiendo productos saludables. El doctor Fernández apuesta por una alimentación sana para prevenir estas patologías y recomienda estar en contacto con la naturaleza desde la infancia.
Una alimentación basada en productos naturales, como verduras y legumbres, y la eliminación de los productos muy procesados con exceso de azúcar y grasa ayudan a prevenir estas patologías. Pero, ¿varían estas pautas preventivas si hablamos de alimentación en pacientes con enfermedades neurológicas ya diagnosticadas? Fernández asegura que no, aunque aclara que existen en el mercado algunos suplementos específicos que sí ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes ya diagnosticados.
El Alzheimer afecta a 1.200.000 personas en nuestro país. Cifra que crece notablemente si en ese grupo de afectados incluimos no sólo a los enfermos sino también a cuidadores y familiares. Entonces estamos hablando de una enfermedad que afecta a casi cinco millones de personas.
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