Comercio electrónico: un canal de ventas plenamente inclusivo
Ya han pasado unos años desde que el comercio online comenzó a posicionarse como uno de los canales de ventas más atractivos del mundo, no solo por las comodidades que le brindaba al consumidor, sino también por el mundo de oportunidades que le otorgaba a los vendedores. Sin embargo, algunos públicos parecían sentir que no pertenecían a esta tendencia de negocios, por ejemplo, quienes pertenecen a generaciones en las que las tecnologías digitales nunca fueron predominantes.
La realidad es todo lo contrario.
Eso se debe a que, con la popularización de este canal de ventas, cada vez es más sencillo entender cómo funcionan las herramientas necesarias para crear un negocio virtual completamente rentable. De la mano de distintas empresas proveedoras de servicios, incluso pueden encontrarse nombres de dominio, servidores de hosting, canales de pago, y diseño de logo, sin requerir grandes conocimientos en ninguna de estas áreas.
Sin importar la brecha generacional, y el contacto directo que se haya tenido con las tecnologías digitales, estas herramientas mencionadas anteriormente han facilitado de gran manera abordaje con el que las personas pueden adentrarse en este tipo de negocios, haciendo que preguntas como “¿dónde alojar mi tienda online?” sean mucho más sencillas de responder.
El e-commerce se ha vuelto inclusivo
Inicialmente, el comercio electrónico era un canal de ventas utilizado únicamente por aquellos que tenían conocimientos profundos en el mundo digital, sin embargo, con una expansión en la gama de consumidores, también pudo verse una mayor inclusión en los tipos de vendedores online, desde personas que se ubicaban en algunos de los países con mayores regulaciones comerciales, hasta jóvenes y adultos mayores que nunca tuvieron formación en negocios digitales.
No todos se iniciaron en el e-commerce directamente, sino que comenzaron digitalizando sus tiendas físicas (mediante plataformas de compra y venta por Internet) con la intención de aumentar el alcance de sus negocios. Cuando esto comenzó a volverse una tendencia mundial cada vez más personas, sin importar su edad o estatus social, vieron el surgimiento de incontables oportunidades de negocios al profundizar en estos canales de ventas.
En conjunto con el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación (TIC), no importa en qué país se viva o que edad se tenga, cualquier persona que posea los conocimientos mínimos en el uso de Internet, puede crear tienda virtual, satisfacer clientes ubicados en distintas partes del planeta, y generar ingresos (prácticamente) en cualquier moneda.
Es aquí donde entra el término “inclusión”, ya que la exclusividad de este canal de ventas ha comenzado a desaparecer, principalmente porque es posible crear una tienda online sin necesidad de grandes requerimientos. Gracias a métodos como el Dropshipping cualquiera puede tener un negocio sin necesitar de inversión inicial, y con el marketing de afiliados ni siquiera es necesario tener un producto propio.
E incluso, en el caso de ya contar con una tienda física, el comercio electrónico puede ayudar a que esta se digitalice mediante herramientas como el tpv táctil, que no son más que terminales de punto de venta que utilizan tecnologías digitales interconectadas para darle la posibilidad al vendedor de brindar ofertas actualizadas, manejar el inventario en tiempo real, e incluso mantener comunicación directa con todos los eslabones de la cadena de valor.
De este modo podemos ver cómo es que el comercio online pasó de ser una tendencia que solo podía ser aprovechada por las generaciones más ligadas a las tecnologías digitales, a un canal de ventas completamente accesible para aquellas personas que no vivieron la mayor parte de su vida ligadas a los negocios virtuales y a los beneficios que estos proveen.