DECÁLOGO POR UNA MADUREZ ACTIVA Y SALUDABLE
- PREVENIR PARA CUIDAR DE LA SALUD
Alcanzar la madurez y mantener las condiciones de salud es clave para un envejecimiento activo.
Las revisiones periódicas, el autocuidado, evitar malos hábitos como el consumo de tabaco o el sedentarismo, y hacer ejercicio de manera continuada son elementos fundamentales para obtener este objetivo.
- PROMOVER UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA
Una alimentación variada y equilibrada, basada en la dieta mediterránea, permite reforzar el cuidado de la salud y evita el sobrepeso. A ello hay que sumar una correcta y continuada hidratación.
- CONVERTIR A LA TECNOLOGÍA EN UN ALIADO
Las tecnologías de la información y la comunicación deben ser aliadas en la promoción de la autonomía personal y en el mantenimiento de las relaciones sociales y familiares.
- FOMENTAR LA FORMACIÓN A LO LARGO DE LA VIDA
El aprendizaje es un proceso continuo y permanente. Iniciativas como los programas universitarios de mayores permiten potenciar la actividad intelectual y fomentar los círculos sociales.
- EVITAR EL AISLAMIENTO Y POTENCIAR EL PENSAMIENTO POSITIVO
La soledad puede convertirse en uno de los peores enemigos del envejecimiento. Para evitarla, es necesario que la persona asuma la edad de una forma positiva y mantenga sus relaciones más cercanas, con la familia y su entorno. También es importante que se promuevan redes sociales que permitan detectar y seguir los casos más críticos de soledad.
- FOMENTAR EL OCIO Y EL TURISMO PARA TODAS LAS EDADES
El turismo es una de las actividades más apreciadas por las personas mayores. Además, permite mantener un sector clave para la economía española en las temporadas de menor afluencia de turistas.
Además de los programas ya existentes, es necesario fomentar distintas actividades de ocio, cultura y turismo, que se adapten a las necesidades en los diferentes tramos de la madurez.
- EVITAR LA DISCRIMINACIÓN LABORAL POR RAZONES DE EDAD
Apartar a una persona de la actividad laboral exclusivamente por su edad tiene consecuencias, no sólo para la situación económica, social y psicológica del trabajador afectado, sino también para el conjunto de la sociedad, que no puede prescindir de un colectivo tan amplio y valioso. La creación de programas específicos dirigidos a estos profesionales y políticas que pongan en valor la experiencia y conocimiento de estas personas son necesarias.
- PROMOVER EL VOLUNTARIADO
El voluntario mayor es una persona comprometida con sus actividades. Para aprovechar este importante potencial, es necesario promover nuevas vías de voluntariado que permitan a la persona mayor transmitir a la sociedad sus conocimientos y experiencias.
- GARANTIZAR UNAS PENSIONES ADECUADAS
Es fundamental abordar el futuro de las pensiones con rigor y objetividad. Deben analizarse las distintas opciones posibles, garantizando unas pensiones públicas adecuadas pero también la sostenibilidad del sistema.
- FOMENTAR UNA MEJOR INFORMACIÓN
La sociedad española cuenta con más de 16 millones de personas mayores de 50 años y más de 8,5 millones superan los 65. El envejecimiento activo es una realidad.
A pesar de ello, se mantienen clichés falsos que asocian madurez con gasto sanitario, falta de actividad y problemas sociales y económicos.
Es necesario potenciar la información especializada y promover un lenguaje más realista en los medios de comunicación general.