InicioÁREASECONOMÍAEl empleo como pieza clave contra la violencia de género

El empleo como pieza clave contra la violencia de género

La Fundación Adecco ha publicado los resultado del Informe Un empleo contra la violencia, que constata que un 81 % de las mujeres que son víctimas de la violencia de género se encuentran desempleadas o trabajan en la economía sumergida. Este informe, que se basa en los datos aportados por una encuesta realizada a 500 mujeres víctimas y los datos de denuncias ofrecidos por el Consejo General del Poder Judicial, arroja que el 65 % de estas mujeres no tiene trabajo, mientras que un 16 % de ellas desempeña alguna ocupación pero sin contrato. 

Estos datos están en consonancia con los reflejados en el proyecto europeo WeGo! que están llevando a cabo 12 centros de España, Grecia, Bulgaria e Italia, que ponen de manifiesto que casi seis de cada diez mujeres víctimas se encuentra desempleada en el momento de sufrir la violencia. Aunque bien es cierto que no existe un perfil demográfico de mujer víctima ya que la violencia de género afecta a mujeres de todos los estratos económicos y socioculturales. 

El empleo se configura como una de las herramientas más útiles para que las víctimas de violencia de género puedan seguir adelante con sus vidas ya que su independencia económica ayuda a que esa violencia no se perpetúe. La consultora de la Fundación, Begoña Bravo, asegura que “en muchas ocasiones es la propia violencia la que aleja a las víctimas del mercado laboral, debido al bloqueo de acceso al empleo que ejerce el agresor, conduciéndolas a una espiral de aislamiento que deriva en mayores cotas de desempleo y grandes dificultades para buscarlo”. 

Por su parte, el director General de la Fundación, Francisco Mesonero, asegura que “el desempleo y los trabajos realizados en la economía sumergida conducen a más de ocho de cada 10 mujeres víctimas a la exclusión social y a la pobreza, propiciando que su situación se perpetúe en el tiempo. Por ello, el empleo se alza como el recurso clave para hacer frente a la violencia de género”. 

Es además, uno de los principales frenos para que las mujeres no denuncien: un 71 % destaca el paro y las situaciones de precariedad como frenos para denunciar. Otras razones que impiden dar el paso a las víctimas son el miedo a las represalias (80 %), la esperanza de que la pareja cambie (31 %), aguantar por los hijos (25 %), la vergüenza (38 %) o la inseguridad jurídica (40 %), entre otros. 

Los aspectos que más valoran las mujeres víctimas de violencia de género cuando acceden a un empleo son la estabilidad, la independencia y la autonomía, el refuerzo de su autoestima y poder realizarse personalmente y el refuerzo de las relaciones sociales. 

Durante el año pasado los juzgados recibieron 166.620 denuncias por violencia de género, la cifra más alta desde que el CGPJ contabiliza estos datos. 

 

Más información: www.fundacionadecco.org. 

 
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