El empleo como factor clave contra la exclusión social
El empleo es un factor determinante para superar situaciones de exclusión social. Así se pone de manifiesto en una encuesta que ha realizado la Fundación Adecco a 200 personas en desempleo, en riesgo de exclusión, que han encontrado una ocupación recientemente. Encuesta que resuelve que el empleo ayuda a las personas a emponderarse y a seguir viviendo con ilusión y motivación.
Esta encuesta también revela que el empleo tiene además otros efectos en la vida de las personas en riesgo de exclusión. Un 52 % de los consultados admite que poder hacer frente a los gastos diarios ha mejorado sus relaciones familiares, y un 75 % declara haber incrementado sus relaciones sociales.
Un 85 % de los encuestados ha afirmado que el empleo le hace sentirse más libre y completo. Y un 90 % de ellos asocia el trabajo a la mejora de su autoestima y a la mejora de su salud emocional.
Además de esta encuesta, la Fundación ha dado a conocer los resultados del II Informe: Un empleo contra la exclusión, que por segundo año consecutivo vuelve a dibujar el perfil de las personas que están en riesgo de exclusión social a consecuencia del desempleo, sobre todo si este es de larga duración.
Según los datos de ese informe, el 27,9 % de la población española está en riesgo de pobreza y de exclusión social. A pesar de que los datos de desempleo reflejan una recuperación económica ya consolidada, puesto que es la primera vez, desde 2008, que desciende el número de desempleados de los 4 millones y la tasa de paro se sitúa en el 16,5 %.
Se considera que alguien está en riesgo de exclusión cuando cumplen al menos uno de los siguientes criterios: vivir en un hogar con una renta inferior al umbral de la pobreza (fijado en los 684 euros mensuales); estar en privación severa sin poder afrontar los gastos ordinarios de vivienda o alimentación básica; o vivir en un hogar con baja intensidad de trabajo, inferior al 0,2.
El director General de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, reconoce que “el desempleo, especialmente cuando es de larga duración, puede derivar en el autoestigma, haciendo que las personas se retraigan en sus relaciones familiares y sociales y entren en una espiral de aislamiento cada vez más profunda”.
Los grupos más vulnerables a esas situaciones de exclusión son los formados por los jóvenes de entre 16 y 29 años y el formado por las personas que tienen entre 45 y 65 años de edad. Estos son los grupos que tienen mayores dificultades para acceder al mercado laboral y, por tanto, un mayor riesgo de pobreza y exclusión.
Concretamente, se encuentran en esta situación casi cuatro millones de personas de los más de 13.000.000 españoles que tienen entre 45 y 65 años, lo que supone el 30,50 % de la población total del país.
Más información en www.fundacionadecco.org.