Cuando la vocación llega en la madurez: José Rodrigo
José Rodrigo ha comprobado que nunca es tarde para convertir un sueño en realidad. Hoy es un lutier por vocación que reparte el tiempo entre su trabajo (seguro y estable) y su pasión, la creación de guitarras. Y es que en ocasiones la vida te da la oportunidad de realizar tus sueños, de materializar aquello que te apasiona. Te sorprende y lo hace a su tiempo, sin medida y sin aviso. Jose Rodrigo, de 53 años, es claro ejemplo de ello.
Apasionado de la música y del flamenco, hace cuatro años descubrió que podía construir guitarras flamencas y guitarras clásicas españolas. Su padre le regaló una guitarra cuando era niño y cuando su padre falleció, hace cuatro años, sintió la necesidad de reparar aquella vieja guitarra. Ese fue el inicio. Una ausencia fue el acicate para materializar su empeño, porque como él mismo confiesa, “es el mejor medio para tenerle a él cerca otra vez, para sentirle a mi lado”.
Estudia y se sumerge en un mundo que le atrapa y que le descubre sus capacidades como lutier. Recuerda con cariño esa primera guitarra que aún conserva en su casa y de la que asegura no piensa desprenderse porque cada vez que la ve recuerda que todo es posible y se siente más que satisfecho de su obra.
Una de las guitarras más especiales que ha creado hasta ahora está realizada con madera de unos 400 años de antigüedad, lo que la imprime un carácter propio y un sonido muy especial que Rodrigo justifica argumentando que “esa madera, con tantos años, ya ha vivido mucho y cuando la tuve en mis manos sabía que no tendría que hacer otra cosa más que dejarla hablar”.
Cada una de sus guitarras lleva una parte de él y cada una de ellas es única y especial, como cada una de las obras que crea un artista.
Aunque esta vocación ha llegado en la madurez, nuestro protagonista asegura que su futuro no lo entiende sin la guitarra, sin la magia que implica su proceso de creación. Y recuerda que la edad nunca es un obstáculo cuando se trata de conseguir un sueño.