Viajar es bueno para la mente y la salud
Los viajes para mayores de 50 años han dejado de ser una moda para convertirse en todo un culto al viajero más intrépido, ya que las personas maduras y activas suelen ser aquellas que mejor aprovechan los viajes que ofrece el Instituto de Mayores y Servicios Sociales o más conocido como Imserso.
La oferta de viajes que ofrece el Imserso es tan amplia como necesidades tienen sus viajeros. Destinos a todos los puntos de la península, de norte a sur, de este a oeste, siempre son bien recibidos por miles de personas con deseos de activarse y de disfrutar del viaje de su vida.
Viajar mejora el estado de ánimo y, en consecuencia, la salud. El cambio de rutina libera tensiones, renueva energías y hace que los temores y las fobias se reduzcan. Además, viajar a otros lugares trasforma a las personas y las hace más receptivas, empáticas y tolerantes.
Salir de casa para disfrutar ayuda a liberar endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que son antidepresivas, por lo que viajar ayuda a sanar de la depresión o, al menos, paliar sus efectos. Las personas nos entretenemos viajando, ampliamos nuestra cultura, adquirimos nuevas experiencias de vida y otros puntos de vista diferentes, logrando un equilibrio físico y psíquico perfecto para salvaguardar la salud.
Las personas en edad madura y activas tienen menos dolencias cardiacas, mejor presión arterial, sus músculos y huesos se deterioran menos y disfrutan de buen humor cada día. Los viajes permiten activar el organismo y las emociones. Aportan ilusión, entretenimiento y reducen el estrés. Además, según un estudio realizado por la psicóloga Rebecca Spelman “una forma más efectiva de utilizar el tiempo libre es haciendo descansos más cortos”, permitiendo descansar mejor, lo que se traduce en una mayor tranquilidad.
Viajar es un momento perfecto para conocerse a sí mismo, experimentar un crecimiento espiritual y relajar cuerpo y mente.