Bienestar con suplementos alimenticios
Un suplemento alimenticio es un ingrediente destinado a complementar la alimentación y a incrementar la prevención. Los suplementos alimenticios más comunes son minerales, vitaminas, aminoácidos, enzimas o hierbas. Normalmente, los suplementos alimenticios se toman en forma de comprimidos, cápsulas o polvo para mezclar.
Al contrario que los medicamentos, los suplementos nutricionales no tienen que demostrar su eficacia mediante estudios antes de su comercialización. Esta legislación favorece que, en algunas ocasiones, se relaje la calidad y las indicaciones de los suplementos nutricionales. En principio, los suplementos están indicados en los casos de una alimentación deficitaria en alguno de los nutrientes esenciales que necesitamos para conservar nuestra salud y bienestar mediante una alimentación equilibrada.
Hay situaciones donde los suplementos tienen su máxima razón de ser, bien porque aumentan las necesidades nutricionales o bien por un posible déficit en nuestra alimentación. Las situaciones que pueden aumentar las necesidades de nutrientes son, fundamentalmente, el embarazo, la lactancia y en las épocas de gran crecimiento, como son la infancia y la adolescencia. También cuando hacemos alguna restricción en nuestra dieta: consumo vegetariano, dietas de adelgazamiento o enfermedades que nos impiden alimentarnos bien. Del mismo modo, para complementar tu nutrición después de los 50, época en la que suele existir escasez de algunos nutrientes esenciales.
Los suplementos alimenticios no son inocuos y, al igual que con los medicamentos, no debemos hacer una automedicación. Por ejemplo, sería contraproducente y arriesgado dar un suplemento de calcio a una persona con cálculos renales, porque podemos incrementar la formación de piedras.
Es importante leer con detenimiento la composición del suplemento y preguntar en caso de duda. Esto es particularmente necesario en algunos suplementos alimenticios de importación o adquiridos a través de Internet, en los que quedan poco claros su composición y los datos del fabricante.
Es mejor que te dejes aconsejar por un profesional (médico, farmacéutico, herborista) que comprar los suplementos por tu cuenta, sin apoyo.