Coaching al rescate. El poder de un abrazo
Hay ocasiones en las que, no ya como coach sino como persona, me asombra el gran poder de las emociones. Me refiero, en concreto, a la gestión positiva de las mismas.
Hace unos días a un amigo se le reveló una habilidad que desconocía poseer, la empatía. Es por esto que en lo que consideraba una situación irreconciliable con un familiar mayor y cercano, se preparaba para contraatacar en una discusión no buscada.
En un instante, sus resortes de empatía se manifestaron y en lugar de responder verbalmente hizo algo distinto, pues se desplazó hacia donde estaba su interlocutor y, sin mediar palabra, le dio un largo y fuerte abrazo. Se acabó la discusión.
Posteriormente compartió conmigo sus sensaciones: “decidí hacer algo distinto, para conseguir un resultado diferente”, me dijo; “ese abrazo ha dicho más, mucho más de mí y de mis verdaderas emociones que lo que podría haber expresado con palabras”
Le he dado mi sincera enhorabuena, además de las gracias por hacerme cómplice de su proceso. Es más, en un ejercicio de empatía con quien no es mi coachee sino mi amigo, me atrevo a intuir dicho proceso, que en Coaching parte de un objetivo (otra vez la intuición: eliminar la tensión con la otra persona), de identificar los posibles impedimentos (como las emociones de ira-enfado, tristeza y miedo) y por último saber cómo lograrlo.
Para esto último, en este caso concreto han bastado la empatía y un simple y auténtico abrazo.
Aquí estamos, para ti.
Silvia Resa, coach
Diga Coaching