Deporte para personas mayores
La práctica de deportes es una ayuda indispensable a la hora de retrasar los efectos del envejecimiento en nuestro cuerpo. A medida que cumplimos años nos vamos olvidando de hacer deporte y vamos reduciendo más y más nuestra actividad física. Aunque con el paso de los años nuestra energía disminuye, eso no quiere decir que tengamos que dejar de lado la actividad física porque esto podría desembocar en el sedentarismo, lo que aceleraría nuestro proceso de envejecimiento. Salir a practicar deporte de manera sana y responsable es la mejor manera de mantener nuestro cuerpo perfectamente engrasado y preparado para los avatares de la vida cotidiana.
Los beneficios que conlleva el deporte son muchos. Se trata de una forma magnífica de socializar, de salir y entablar relaciones con otras personas, por lo que es ideal para combatir la soledad. Hacer deporte libera endorfinas, que son las hormonas de la felicidad. Es por eso que después de hacer deporte solemos estar más alegres y de mejor humor. El deporte ayuda a disminuir el estrés y es un arma eficaz contra el insomnio. El ejercicio físico ayuda a controlar el peso reduciendo la cantidad de lípidos y azúcares presentes en el organismo y retrasa el envejecimiento del cerebro de tal manera que facilita la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Por supuesto que sirve para mantener el cuerpo tonificado y retarda y reduce la pérdida de masa muscular que se produce cuando nos hacemos mayores.
Al practicar deporte es necesario realizar los ejercicios de una manera tranquila y controlada para no hacer esfuerzos excesivos que puedan generar problemas cardiovasculares. Se recomienda evitar deportes de impacto como correr, el fútbol, el baloncesto… ya que son deportes muy agresivos para las articulaciones y para los huesos que, a edades avanzadas, pueden sufrir de osteoporosis, un debilitamiento de la masa ósea que aumenta el riesgo de rotura.
Así pues se recomiendan las siguientes actividades:
Caminar no requiere de ninguna preparación, ni de un equipamiento específico. Se recomienda salir a caminar un mínimo de tres veces por semana y hacerlo a un ritmo vivo durante, al menos, media hora. Se trata de un ejercicio nada exigente físicamente y asequible para todo el mundo. Lo ideal es salir en grupo para potenciar las ventajas sociales que hacen que la actividad sea más placentera. Caminar mejora la circulación sanguínea de nuestro cuerpo y previene la aparición de varices. Otra de las ventajas que ofrece es que se trata de una actividad que se practica al aire libre, bajo el sol, principal fuente de vitamina D.
Ciclismo. Montar en bicicleta pone a los practicantes en contacto directo con el entorno y con la naturaleza. La sensación de pedalear en un día soleado mientras la brisa golpea nuestro cuerpo es muy agradable. Al no ser un deporte de impacto está recomendado para todos los públicos. Como el caminar, se puede practicar en grupo. Existen una gran cantidad de rutas ciclistas adecuadas a todos los niveles, desde recorridos con largas y pronunciadas subidas solo aptas para ciclistas profesionales, hasta paseos sin desnivel que no requieren preparación física alguna. Por si fuera poco, el desarrollo tecnológico ha permitido la aparición de la bici eléctrica. Estas modernas bicicletas permiten pedalear, incluso en cuestas empinadas, sin hacer esfuerzos excesivos. Al mover los pedales se pone en marcha un motor eléctrico que permite avanzar a los ciclistas fácilmente. La potencia del motor se puede graduar de manera que se pueden alcanzar velocidades muy altas de manera muy cómoda. Se trata de un deporte magnífico para trabajar el tren inferior y la capacidad aeróbica.
Bailar es una actividad que no debe faltar en la tercera edad. La actividad física se funde con la armonía de la música, lo que provoca una inmensa sensación de bienestar y, por si fuera poco, quien lo practica no siente que esté haciendo deporte y, sin embargo, se beneficia de todas las ventajas que ofrece como una mejora en la coordinación y el control espacial. El baile es perfecto para socializar.
La natación es uno de los deportes más completos que podemos realizar puesto que involucra todo el cuerpo y mejora la capacidad aeróbica de quien lo practica. A día de hoy es posible nadar escuchando música o la radio para amenizar la actividad. El principal problema que plantea es que, sí o sí, se necesita una piscina para poder practicarlo y, desafortunadamente, no todo el mundo cuenta con una cerca de su casa.
Otra de las actividades altamente recomendadas para personas mayores es el yoga. Se trata de una actividad que exige regularidad en su práctica para poder sacarle el máximo rendimiento. El yoga aporta grandes beneficios físicos como una mejora de la respiración, ya que uno de los puntos en los que hace más hincapié es en enseñar a respirar correctamente, algo que contribuye en gran medida a la relajación. Sus ejercicios, tutelados por profesionales, suelen generar mejoras en la flexibilidad, en el equilibrio y en la postura corporal, algo con lo que se evitarán muchos dolores musculares.