El pan integral ayuda frente a los problemas gastointestinales
Mucho se ha hablado, y se habla, de los posibles beneficios que los alimentos ricos en fibra tienen para nuestra salud. Y el pan no es una excepción, ya que como se trata de un alimento de consumo diario supone una herramienta de gran valor a la hora de conseguir reforzar nuestro estado general. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda ingerir entre 25 y 30 gramos de fibra al día, elemento que ayuda a evitar los desórdenes gastrointestinales.
Como explican desde Pan Cada Día, el pan es un alimento básico en nuestra Dieta Mediterránea, contribuyendo a poder alcanzar las recomendaciones diarias de hidratos de carbono (según los expertos entre 1/3 y la mitad de la dieta debe constituirse de hidratos de carbono complejos). Pero para poder alcanzar estas cantidades tendríamos que consumir más pan del que consumimos (a tenor de las cifras oficiales que reflejan que apenas consumimos 100 gr de pan al día, en lugar de los 250 gr recomendados por la OMS). ¿Cómo alcanzar esas cifras? Incluyendo en nuestra dieta algunos de los más de 300 tipos de panes diferentes que se elaboran en nuestro país.
Los cereales, esenciales para la elaboración de la harina, son alimentos básicos que suministran importantes nutrientes esenciales y que forman parte de las recomendaciones dietéticas de todos los países. En España, las guías alimentarias indican expresamente que “cada día y en cada una de las tres principales comidas hay que incluir 1-2 raciones de cereales, preferentemente integrales (pan, pasta, arroz cous-cous y otros).
Según las últimas investigaciones en este sentido, se han podido conocer cuáles son las bacterias que se alojan en el intestino dependiendo de los alimentos que se consumen. En lo que respecta al pan y a los cereales, sobre todo las variedades integrales, su ingesta nos ayuda al mantenimiento y al buen funcionamiento del tránsito intestinal ya que los granos enteros son una fuente importante de nutrientes y fibra esencial para la microbiota intestinal. Además, promueven la diversidad de nuestra flora y son capaces de estimular en ella cambios que repercuten a nuestro favor, disminuyendo así el riesgo de sufrir algunas patologías intestinales como son el estreñimiento o la diverticulosis.
Además, el porcentaje de proteína vegetal que aporta el pan mejora nuestra resistencia a las infecciones que pueden tener lugar en nuestra flora intestinal. El trigo es rico en almidón resistente y en fibra dietética pero esta se concentra en el salvado (eliminado en las harinas blancas). Pero el pan integral se elabora con el grano de cereal completo, por lo que su contenido en fibra es más elevado.
El trigo es un producto muy rico en almidón resistente y fibra dietética, pero ésta se concentra en el salvado, que se elimina para la obtención de harinas blancas y la consiguiente elaboración de pan blanco (el más consumido en los países desarrollados). El pan integral se realiza con harina producida a partir del grano de cereal completo, a excepción de la cascarilla más externa y por ello tiene un contenido más alto de fibra. Mientras que el pan blanco aporta una media de 3,5 gr de fibra cada 100 gr, el pan integral suma 7,5 gr a la misma cantidad.
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