En verano cuida tus pies como merecen
Los pies siguen siendo los grandes olvidados cuando hablamos de procurar a nuestro cuerpo cuidados específicos de cara al buen tiempo. Una climatología diferente, un calzado diferente y rutinas diferentes, no deben obviar la necesidad de cuidarlos como se merecen, porque de ello depende también que podamos disfrutar de una mejor calidad de vida.
El verano es la época del año en la que los pies sufren más, soportan temperaturas más altas y se utiliza un calzado que ofrece menos sujeción. De ahí que los expertos recomienden extremar los cuidados que reciben los pies para poder evitar las rozaduras, los traumatismos, los edemas asociados a problemas de circulación y el contagio de hongos.
Los profesionales del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid (COPOMA), nos recuerdan un año más cuáles deben ser las precauciones, los cuidados que hemos de dispensar a nuestros pies para evitar problemas:
1.- Hay que cuidar la higiene, ya que debido al calor y a la humedad, proliferan bacterias, hongos y papilomas. Para prevenir estos microorganismos hay que evitar ir descalzos en playas, moquetas o piscinas, y hay que mantener los pies siempre secos y limpios, sobre todo entre los dedos.
2.- Hay que evitar la sequedad y las heridas en los pies. Debemos hidratarlos porque la piel deshidratada facilita que aparezcan microorganismos potencialmente contagiosos.
3.- Utilizar un calzado adecuado que se adapte a nuestros pies, para evitar ampollas, rozaduras, callos o dolor. En este punto, los podólogos recuerdan que a sus consultan llegan muchos casos de fascitis plantar debido al uso continuado de chanclas. El calzado a usar debe ser cómodo y adecuado, de buena calidad, acorde a la actividad que se va a realizar, con buena sujeción tanto en el empeine como el tobillo, transpirable y que cuente con un tacón medio que permita al pie conservar su forma natural.
4.- Limitar la utilización del esmalte de uñas, ya que los esmaltes permanentes y semipermanentes pueden dañar nuestras uñas y facilitar la aparición de infecciones.
5.- Practicar deporte con seguridad, para lo que hay que elegir un calzado transpirable y colocar los calcetines sin dobleces ni arrugas. Así se evitan las rozaduras, ampollas y las infecciones.
6.- Desconfiar de profesionales no expertos en la salud del pie, recordando que el podólogo es el profesional capacitado para diagnosticar y tratar el pie.
Más información: expertosentuspies.com.
