Nuevos avances científicos frente a la esclerosis múltiple
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatológica de la Obesidad y Nutrición, CIBEROBN, demuestra que el consumo de ácido elágico tiene un efecto neuroprotector frente a la esclerosis múltiple en un modelo animal. El ácido elágico es un polifenol que se encuentra en gran variedad de frutas y frutos rojos.
¿Qué alimentos contienen este ácido con importantes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias? Entre otras frutas, las granadas, fresas, frambuesas, arándanos, moras y uvas. Y frutos secos como las nueces, pacanas o las castañas. Este estudio sugiere que el consumo prolongado de alimentos ricos en ácido elágico podría ejercer un efecto neuroprotector frente a la esclerosis múltiple ya que se trata de una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso.
Este estudio, que se ha llevado a cabo con animales, ha constatado que las ratas que recibieron ácido elágico en el agua de bebida, experimentaron un retraso del inicio de la fase aguda y se redujeron los signos clínicos. Y, aunque no evitó la pérdida de peso, la administración del ácido si previno la pérdida de los componentes principales de la mielina.
La mielina no solamente protege las fibras nerviosas sino que también facilita su función. Si la mielina se destruye o se lesiona, la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y al cerebro se interrumpe, y este hecho produce la aparición de síntomas. Afortunadamente la lesión de la mielina es reversible en muchas ocasiones.
La esclerosis es una enfermedad autoinmune que se presenta de diferentes formas. Se trata de una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 30 años de edad. Los ataques están asociados con la inflamación sistémica y con la formación de lesiones en el cerebro. Una inflamación que puede causar discapacidad. Puede producir síntomas como fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades del habla, temblor, etc. el desarrollo de esta enfermedad varía mucho de una persona a otra. Y hasta ahora, no se conoce ni su causa ni su cura.
Este estudio, se ha llevado a cabo en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, por miembros del CIBEROBN, también en colaboración con científicos de la Universidad de Alcalá.
Más información: www.ciberobn.es.